MOVILIDAD | Nuevo modelo de movilidad, pieza clave para la transformación
El nuevo modelo de movilidad que se implementó en la Ciudad de México, es la pieza clave en la agenda para la transformación de las ciudades; en este sentido, la movilidad juega un papel fundamental en la transición para avanzar hacia ciudades más eficientes, equitativas y con mejor calidad de vida, expresó la Maestra Laura Ballesteros, experta en políticas públicas y regulación de movilidad.
En la clausura del Simposio Movilidad y Transporte, organizado por la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), Ballesteros Mancilla reconoció a la movilidad sustentable, al transporte público multimodal seguro y a la movilidad no motorizada, caminata y bicicleta, como prioridad de la agenda de renovación de las ciudades.
La Ciudad de México y las principales urbes del país, aseguró, estuvieron orientadas al uso del automóvil desde hace cuatro décadas, con la inversión en infraestructura que se destinó para ello, hoy somos víctimas de los colapsos viales con 5 millones de automóviles en circulación y 32 mil viajes diarios en la Zona Metropolitana del Valle de México.
Tenemos que orientar los recursos destinados a la construcción de infraestructura para vehículos, que únicamente benefician al 20% de la población propietaria de un auto, para ponerlo a disposición de esa mayoría que tiene otros modelos de movilidad y así garantizar seguridad vial, sustentabilidad y equidad, subrayó.
Para la ex titular del Nuevo Modelo de Movilidad de la Ciudad de México, Laura Ballesteros, a partir del año 2014, se inició la transformación del Modelo de Movilidad en la Ciudad de México, con los 4 ejes principales emanados de la Ley de Movilidad: la movilidad como derecho humano; el peatón como centro, el transporte público como eje rector; la bicicleta y la caminata como formas de movilidad reconocidas.
La intención es llegar a un escenario de transformación garantizando el acceso a una mejor ciudad, a través de la red de transporte público multimodal y sustentable; acceso a las calles, mediante la red de infraestructura segura para todos y acceso al Futuro, sustentado en cultura, tecnología y educación para la movilidad.
Hablamos de una ciudad que dé espacios para todos, que brinde lugares para todos, en esa transición estamos. Reconoció que enfrentarse al cambio es la lucha más larga, que genera resistencias y oposiciones, no solamente por quienes impulsaron ese viejo modelo, simbolizado por los segundos pisos del periférico, sino de nosotros que estamos acostumbrados a usar el auto.
El nuevo modelo representa el futuro con la movilidad no motorizada y la movilidad del transporte público sustentable. Además, afirmó, la infraestructura crea cultura, por ello se requieren orientar los presupuestos para el desarrollo de infraestructura que refuerce el nuevo modelo de movilidad y frene de tajo las decisiones discrecionales de los gobernantes en turno, que orientan las partidas presupuestales hacia un tipo de infraestructura a favor del automóvil, concluyó.