Las PYMES en pandemia

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esponsables de generar la mayor parte de los empleos en México, las pequeñas y medianas empresas son el motor empresarial de nuestro país. No obstante, a pesar de representar un semillero de desarrollo y crecimiento, hace tiempo que no han sido vistas con la importancia que merecen, siendo poco apoyadas por los diferentes sectores que tienen el poder de revertir su destino.

Al inicio de la pandemia, muchas de estas empresas comprendieron rápidamente la problemática a la que se enfrentaban, y gracias a la flexibilidad que pueden llegar a tener por su tamaño y a la agilidad en la toma de sus decisiones, comenzaron a ajustarse a una nueva normalidad.

Pese a ello, con los cambios y retrocesos en el semáforo epidemiológico, los impactos negativos en la actividad económica se han acentuado profundamente en este segmento empresarial, lo que les ha llevado a padecer y enfrentar el mayor peso de esta crisis con sus defensas bajas.

El diagnóstico

Las PYMES han demostrado su capacidad por descubrir y capitalizar el talento humano que, dicho sea de paso, existe a grandes cantidades en nuestro país. Nos han demostrado también que su prioridad ha sido mantener el empleo de sus colaboradores, hasta donde les han alcanzado los recursos. A pesar de esto, muchas empresas han perdido uno de sus más grandes activos: su capital humano.

Las PYMES generan más del 60% de los empleos formales en Latinoamérica (OCDE), es muy grave el impacto en el desempleo que se está dando en este sector. Tomará años tener la capacidad de recuperar estos puestos, sobre todo, los bien remunerados, que ya empezaban a vislumbrarse.

Con relación a otros países de América Latina, México ha rezagado los apoyos a este sector económico; hablamos de apostar a la supervivencia de gran parte de ellas a través de estímulos fiscales, créditos subsidiados con programas de garantías y apoyos para reestructuras de sus créditos actuales.

Después de haber planeado para sortear la parte económica, debieron transformarse para adaptarse al nuevo entorno de mercado que los rodeaba. Sin lugar a dudas, el camino hacia el comercio digital ha resultado fundamental para la conservación de muchas de estas empresas; el no hacerlo, terminaría con los más heroicos esfuerzos ya realizados.

¿Qué sigue?

En un panorama siempre cambiante. Las PYMES tendrán que volverse más sofisticadas para acceder a fuentes de financiamiento, asignar de mejor forma sus recursos en donde todo peso invertido genere utilidad. Requerirán de fuentes que provean activos productivos para continuar operando, adaptarse y crecer sin descapitalizarse.

Una vía que cada vez toma más fuerza, y que muchas de ellas desconocen, es el arrendamiento de activos productivos, como los equipos de cómputo, la maquinaría e incluso los vehículos. Se trata de un esquema que apoya a mantener una liquidez sana y que además brinda acceso a importantes beneficios fiscales.